Un ríoReserva de la Biosfera
Este apacible río es un paraíso tanto para los amantes de la naturaleza como para los pescadores. Con más de 40 especies de peces, entre ellas el famoso salmón atlántico, la trucha, el lucio y la carpa, la Dordoña ofrece una notable diversidad de vida piscícola. Cada año, casi 15.000 pescadores vienen a pescar, guiados y apoyados por apasionadas asociaciones locales como la Federación de Pesca de la Dordoña.
Pero la Dordoña no es sólo para pescadores. Los aficionados al piragüismo y al kayak encontrarán en ella un terreno de juego ideal. Más de 20 centros de deportes náuticos bordean sus orillas, ofreciendo excursiones que van desde unas horas a varios días. Es una forma única de descubrir el espectacular paisaje de nuestra región, con sus acantilados de piedra caliza, sus castillos encaramados y sus playas de guijarros.
El río también desempeña un papel crucial en el equilibrio ecológico de la región. Sus humedales albergan una gran riqueza de flora y fauna, incluidas especies raras como la nutria europea y el visón americano. Los esfuerzos de conservación realizados en el marco de la Reserva de la Biosfera pretenden mantener este frágil equilibrio entre las actividades humanas y la conservación de la naturaleza.
Ya sea pescando al amanecer, recorriendo el río en canoa o simplemente admirando el resplandor dorado del sol poniente, la Dordoña ofrece momentos de pura magia. Testigo mudo de la historia de nuestra región, sigue modelando día tras día la vida y los paisajes de la región de Bergerac.